Esta efeméride tiene su origen en la lucha de las mujeres obreras textiles estadounidenses, que ya en dos fechas señaladas, 8 de marzo de 1857 y de 1908 en Nueva York protestaban por las condiciones pésimas de trabajo y los miserables salarios que tenían, reivindicando su mejora. Fue a partir de este momento en 1910 cuando se proclama el 8 de marzo durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

Este inicio obrero del movimiento del 8 de marzo ha servido no sólo para reivindicar el derecho al trabajo y a la no discriminación laboral, el derecho de voto y a ocupar cargos públicos, sino a reivindicar también al final, por necesidad, los derechos de las mujeres en todos los ámbitos.

Recordando el inicio de esta efeméride nos damos cuenta que sí hemos avanzado en algunos de los ámbitos, como el sufragio universal femenino o el derecho al trabajo, pero también que nos encontramos con el mismo problema de las precursoras de este día, llamada en esta sociedad moderna “brecha salarial”.

Las mujeres navarras hemos podido comprobar, gracias a la celebración el día 22 de febrero -Día Internacional para la Igualdad salarial entre Hombres y Mujeres-, cómo ganamos un 30,46% menos que los hombres, lo que significa que tenemos que trabajar 77 días más al año para igualar su salario o trabajamos más días gratis al año, añadiendo a ello que la mayoría del trabajo femenino es un trabajo precario, tanto por los horarios, los tiempos de duración cómo por el tipo de trabajo a realizar. Las mujeres de todo el mundo, entre ella las mujeres navarras, nos encontramos ante unas legislaciones, tanto a nivel internacional como nacional, que nos reconocen sobre el papel nuestros derechos pero que en la práctica no podemos llegar a ejercer y todo ello saca a la luz la necesidad de este tipo de días para seguir trabajando en pro de nuestros derechos.

Durante los últimos años se habla del empoderamiento de la mujer, de la necesidad de que la mujer sea capaz de superar los estereotipos que las sociedades patriarcales nos han ido marcando, para integrarnos en igualdad de condiciones en la sociedad en la que vivimos, empoderamiento totalmente necesario y al que debemos de añadir la educación en igualdad, no sólo de mujeres y niñas sino también de hombres y niños que componen nuestra sociedad, ya que si no tratamos la igualdad como algo trasversal en todas las políticas que desde los Gobiernos se desarrollan, la sociedad jamás será una sociedad igualitaria, sociedad en la que los derechos de mujeres y hombres sean ejercidos en igualdad de condiciones.

Por eso desde EAJ-PNV Nafarroa entendemos como obligación la necesidad de trasladar a la sociedad navarra nuestro compromiso con el impulso de todo los planes y políticas de igualdad, empoderamiento y educación, nuestro compromiso para que las mujeres navarras ejerzan sus derechos en total libertad e igualdad en la sociedad en la que viven y que el hecho de ser mujer no sea un obstáculo para integrarse y desarrollarse en la vida socioeconómica navarra.

Las mujeres y hombres que formamos EAJ-PNV Nafarroa trabajamos y trabajaremos con la convicción de que la sociedad navarra será una sociedad mejor cuando la Igualdad de Mujeres y Hombres sea real y efectiva.

La autora es burukide de EAJ-PNV Nafarroa y abogada especializada en igualdad y violencia de género