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Opinión

26/11/2005


Desde Orbaitzeta, en memoria de Mikel Zabalza

Diario de Noticias


Ahora, en estas fechas, hace veinte años de la detención y posterior muerte de Mikel Zabalza. Con esta sencilla carta queremos recordar los más mayores, y a la vez que sirva a los más jovenes, para conocer aquellos trágicos hechos. Mikel era un joven de Orbaitzeta que como casi todos en aquella época, abandonamos el pueblo en busca de trabajo. Él fue a Donosti como conductor de los autobuses urbanos, era un joven normal, uno más, euskaldun, se sentía navarro y como tal vasco, su idea era una Eukal Herria en paz y en libertad, pensaba, como muchos de nosotros, que esto se debía conseguir con medios racionales, no usando la violencia, paradojas de la vida, uno de los métodos que más odiaba fue la causa de su muerte. Él como trabajador y vasco solamente estaba afiliado a un sindicato de clase nacionalista vasco.

En 1985, año en que el GAL reivindicó infinidad de atentados, en la noche del 25 al 26 de noviembre un grupo numeroso de guardias civiles asaltaron el domicilio de MIkel llevándolo al cuartel de Intxaurrondo. Junto a él fueron igualmente Idoia, Manolo y Ion, compañera, primo y amigo respectivamente, así mismo sus hermanos Aitor y Patxi corrieron la misma suerte, parando éstos en el Gobierno Civil de Navarra. Todos denunciaron torturas y nadie las consideró, solamente Mikel no pudo denunciarlas, lo último que se le escuchó fueron los gritos de dolor que desde las dependencias contiguas se oían. Alguien de ellos vio una camilla con alguno o algo tapado con una sábana blanca, la contextura de la misma delataba que podría ser el cuerpo de Mikel. Los siguientes días fueron días de silencio, ninguna noticia, nadie decía ni sabía nada hasta que se empezó a temer lo peor, existía mucha incertidumbre, sospechas, temores, resentimiento, miedo, se hablaba incluso de que era el primer desaparecido del Gobierno socialista, hasta que posiblemente por las presiones existentes de todo tipo que iban apareciendo sale la versión oficial : "Mikel Zabalza, cuando iba acompañado por tres miembros de la Guardia Civil a mostrar un zulo de armas en Endarlatza, esposado y con las manos atrás, propina una patada a uno de ellos y se tira al agua del río Bidasoa". Se olvidó que no sabía nadar. Los días siguientes fueron trepidantes, peticiones aclaratorias, reuniones con responsables políticos, artículos de opinión, debates, asambleas, paros, manifestación (la más numerosa en Pamplona hasta esas fechas, según la prensa 20.000 personas), búsqueda en todos los sitios, principalmente en Endarlatza, donde incluso los buceadores de la Cruz Roja de Donosti, en un trabajo muy riguroso, buscaron hasta en el último rincón, buceando y peinando todas las zonas del río Bidasoa. Allí no había nada, lógicamente nada podía haber. Misteriosamente, 20 días después, el 15 de diciembre, mientras casi todos estábamos en una manifestación en Iruña a favor del euskera, aparecía el cadáver, casualmente en el más que mirado río Bidasoa (buceadores de la Cruz Roja) y casualmente a un grupo de guardias civiles.

Aquí, en esta tierra, prácticamente todos, hasta los más afines a sus tesis, sospechaban lo que había pasado: tras tres operaciones realizadas y un sutil interrogatorio, no aguantó y se les fue. Años después nuestras sospechas se confirman, varias investigaciones periodísticas y muchos medios de comunicación lo dicen: "Un informe del Instituto Nacional de Toxicología ha negado que Mikel Zabalza haya muerto ahogado". Según estas fuentes, las cuales reproducen los nombres de los que intervinieron en los hechos, "Mikel Zabalza murió mientras cuatro miembros de la Guardia Civil de Intxaurrondo le torturaban con los métodos entre otros de la bañera y la bolsa. Tras la muerte, con el visto bueno de Rodríguez Galindo (máximo responsable del cuartel) y miembros de la cúpula del Ministerio del Interior, los guardias antes citados y 12 más, además del abogado Jorge Argote, preparan y falsifican pruebas para evitar la actuación de los tribunales, acordando también decir que los que trasladaron a Mikel al zulo fuesen tres miembros (uno de ellos, Pérez García, murió recientemente en la incomprensible guerra de Irak). Para hacer creíble esta versión, otro miembro sanitario de la Guardia Civil inyectó con una jeringa agua procedente del río Bidasoa en los pulmones de Mikel, el cadáver permaneció varios días en una bañera del cuartel llena de agua del mismo río, todo esto con el objetivo de que pareciese cierto que estuvo durante este tiempo en dicho río". A finales de 2004 se hace pública una conversación realizada en 1985 que estaba en manos del Cesid, donde el agente Gómez Nieto, destinado en aquellas fechas en Intxaurrondo, relata al entonces jefe del Cesid J.A. Perote, que "Mikel Zabalza murió de paro cardiaco, se les ha ido de las manos en el interrogatorio, como consecuencia de la aplicación entre otras torturas de la conocida como la bañera". Este informe pasa a la juez actual del caso.

Muy duro fue aceptar la muerte y los métodos que le llevaron a ello, pero incluso ha sido tan duro oír la cantidad de mentiras y calumnias que sobre el caso se han dicho. Pasados varios años aún nos entran escalofríos al comprobar que muchas de las personas con responsabilidades en este caso, que en aquellos días se entrevistaron con representantes de Orbaitzeta, hoy día han sido juzgados y condenados con penas importantes, incluso a algunos de ellos por asesinatos; así tenemos a Barrionuevo y Vera (ministro y secretario de seguridad del Ministerio del Interior); Elgorriaga y Roldán (gobernadores de Guipuzkoa y Navarra), Urralburu (presidente Gobierno de Navarra). Dorado y Bayo (mandos de la Guardia Civil) y el general Rodríguez Galindo (máximo responsable de Intxaurrondo, condenado en el 2000 a 75 años por varios asesinatos, hoy en libertad por motivos de salud).

Sobre la justicia, hasta la fecha poco o nada ha hecho, todos sabemos que cuando una parte es el poder, como es el caso, el impartir justicia no se les da muy bien, aunque también es justo reconocer que en este caso nula ha sido la colaboración por parte del poder, todo han sido trabas y obstáculos para recopilar información. El caso se archiva en 1988. El conocimiento de los hechos que aquí hemos relatado lleva a abrirse otra vez en 1995, hoy día sigue abierto, pero hasta la fecha sólo están imputados los que oficialmente acompañaron a Mikel al zulo. En este caso han existido hasta la fecha 12 jueces.

Los políticos prácticamente nada han hecho al respecto, se han dedicado a estar placenteramente sentados en sus sillones (escaños), los que, no se sabe por qué, se autodenominan demócratas , han pasado de todo, incluso algunos han maquillado los hechos queriendo quitarle gravedad a los mismos. Para ellos la violencia sólo existe si viene de un lado, las otras no son violencia, en el peor de los casos son errores. Igualmente para estos mismos la familia de Mikel no son víctimas de nada, sólo son víctimas los que mueren por medio de sus violentos.

Todo el mundo sabe, incluso los apolíticos, que ETA reivindica todos sus actos y a su gente, a Mikel Zabalza jamás lo reivindicaron como de su organización, no podían hacerlo, como tampoco pudieron inculpar de cargo alguno a los que aquella noche fueron detenidos, esto también dice mucho.
Aquí en Orbaitzeta, hace 20 años ya juzgamos y fallamos. Sabemos quiénes son los culpables de su muerte. A partir de ahora, igual que antes, pocas esperanzas tenemos en la instituciones y la Justicia. Ojala nos equivoquemos y, aunque tarde, salga toda la verdad sobre el caso Zabalza.

AUTOR


José Manuel Loperena Bizkai

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