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Opinión

25/02/2006


Transpirenaica: coherencia y defensa de Navarra

Diario de Noticias


Hace menos de un mes nos recordaba UPN, por boca de su secretario general, que la posición mantenida por EAJ-PNV respecto al proyecto de autovía transpirenaica "deja claro que no le interesa el progreso y el desarrollo de la Comunidad Foral" y mostraba su confianza en que los navarros tomaran nota de nuestra posición.  Ahora que se ha rechazado definitivamente el proyecto de autovía y se ha decidido la mejora del trazado actual, en un modelo idéntico al que EAJ-PNV ha defendido desde que se anunció el proyecto de comunicación transpirenaica, —vía C-80, una plataforma de tres carriles, uno para vehículos lentos, similar al de la N-121-A—, esperamos que los navarros tomen nota. Pero que tomen nota no sólo del posicionamiento coherente de nuestro partido a favor del progreso y desarrollo de Navarra, sino de la reiterada actitud de UPN en contra de todo lo que provenga desde el nacionalismo vasco. Aunque para ello tengan que recurrir a la mentira y a la manipulación.

UPN sabía perfectamente que el planteamiento de una autovía no contaba con el apoyo de la administración francesa; que el rechazo social era enorme, tanto en Navarra como en Baja Navarra; que un tráfico de 2.000 vehículos al día no justificaba una vía 2x2, con capacidad para 20.000; que los motivos medioambientales también apuntaban al abandono del proyecto; y, por si no fuera suficiente, que los problemas de financiación convertían la autovía en un despropósito. En contraposición, desde nuestro partido hemos defendido un proyecto de comunicación transpirenaica razonable, coherente con el estado actual de los valles pirenaicos, y respetuoso con los intereses sociales, económicos y medioambientales de las poblaciones afectadas, aunque todo ello siga siendo para los regionalistas anteponer intereses ajenos a los de Navarra.

Si todo esto lo sabía UPN perfectamente, ¿por qué su cerrazón y empeño en realizar esta autovía? Quizá porque sí era preciso anteponer intereses ajenos a Navarra: los de la rápida comunicación viaria desde Madrid con Europa a través de una nueva infraestructura: una autovía que cruzara el Pirineo navarro y evitara el tener que utilizar las conexiones de la CAV o de Cataluña. Y si para ello hay que convencer a los navarros de que necesitan imperiosamente esa comunicación, se les convence. Y si para ello hay que decir a los navarros que EAJ-PNV no defiende el progreso de Navarra, se les dice. Y si para ello hay que justificar lo injustificable, se justifica.

Afortunadamente, las autoridades francesas han primado el sentido común. Es hora de iniciar cuanto antes la mejora del trazado actual, construir túneles que salven puertos y convertir la N-135 en una vía de comunicación rápida, que permita la localización de actividades en sus márgenes, que facilite la comunicación desde Iparralde y favorezca el desarrollo económico y social de las poblaciones por las que discurre.

Anunciaba recientemente Miguel Sanz importantes avances en la vía transpirenaica. Hoy queremos creer que se refería a la solución dada a conocer este miércoles por el presidente del Consejo General de Pirineos Atlánticos, Jean Jacques-Lasserre. Una decisión de la que nos congratulamos. En primer lugar, porque coincide plenamente con nuestro posicionamiento; en segundo lugar, porque defiende el desarrollo y el progreso de la Comunidad Foral; y en tercer lugar, porque pone en evidencia que UPN faltaba a la verdad cuando nos acusaba de lo contrario.

La estrategia es conocida: repetir una mentira hasta que la gente crea que es verdad. Es una estrategia habitual del PP y de UPN. Cuando Alberto Catalán insiste en que desde EAJ-PNV defendemos intereses opuestos a Navarra y trae a colación que no apoyamos la autovía Pamplona-Logroño, está haciendo uso de esa estrategia. Se cuida mucho de decir que lo que PNV no apoyó fue el sistema de financiación de esa autovía, el peaje en la sombra, porque era un sistema que dejaba el 19% de beneficio a empresas privadas, cuando ese porcentaje ya se hubiera ahorrado de haber sido ejecutada a través de una Sociedad Pública, de igual manera que se está realizando en Gipuzkoa y Bizkaia.

Por fortuna, cada día somos más los ciudadanos que creemos en otra Navarra y en otra forma de hacer política. Y en este sentido, también yo confío en que los navarros tomen nota.
 
 
 
* José Ángel Agirrebengoa, presidente del Napar Buru Batzar.

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José Ángel Agirrebengoa

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