La situación geoestratégica de Viana en el eje de Ebro, el camino de Santiago, a nueve kilómetros de Logroño y en la muga con Alava, hace de nuestra ciudad un lugar atractivo para la inversión y el desarrollo de iniciativas empresariales.

En los últimos años, con el asentamiento definitivo del polígono de “La Albergería”, el desarrollo del polígono de “La Peña” y el centro comercial “Las Cañas”, al que por cierto siempre apoyamos y nunca votamos en contra de su construcción, a pesar de que alguien diga lo contrario, ha permitido la diversificación económica de Viana en los sectores agrícola, industrial y de servicios.

La definición del PEPRI, ha clarificado las posibilidades de construcción en el casco histórico, que junto al desarrollo económico está haciendo que el paisaje urbano esté plagado de grúas de construcción.

Al dia de hoy, los ayuntamientos están basando una parte muy importante de su financiación en el cobro de licencias de construcción y en la recalificación de terrenos rústicos en urbanos, con lo que las plusvalías generadas y la desafectación de terrenos públicos para construcción llegan a ser en algunos casos de hasta el 50% del presupuesto municipal anual. Esta financiación, la excesiva dependencia de los ayuntamientos respecto al desarrollo urbanístico de sus términos municipales, es un espejismo y pone en grave riesgo el modelo de crecimiento urbano, que está siendo utilizado para financiar los propios municipios. Y a todo ello hemos de añadir que la capacidad financiera de nuestros ayuntamientos está ya mermada en origen debido a la política del Gobierno de Navarra, que destina a las entidades locales cantidades muy inferiores a las que perciben los ayuntamientos de otros territorios de nuestro entorno como los guipuzcoanos y vizcaínos.

En el caso de Viana la construcción dentro del casco urbano, unida a la ordenación definitiva del Hoyo y de la zona de complejo polideportivo municipal, suponen una previsión de terreno urbano para unas 1.500 viviendas, de las cuales, según la antigua ley de vivienda a la que están sujetas, el 25 % está destinado a vivienda protegida. Esto unido a la venta por parte del ayuntamiento de parcelas para la construcción de 150 adosados de vivienda libre tasada, parece más que suficiente para cubrir las necesidades de vivienda protegida en nuestra ciudad.

Con esta provisión de suelo urbano, no parece muy descabellado aventurar que en un plazo de pocos años Viana estará por encima de 6.000 habitantes. A esta previsión, habría que sumarle las 1.500 viviendas del proyecto “Valles Nubes” —campo de golf—, contra el que nos posicionamos y hemos votado en todas las ocasiones en las que se ha presentado en el ayuntamiento.

¿Qué es el proyecto “Valles Nubes” y por qué hemos votado en contra?

El proyecto “Valles Nubes” no es un campo de golf solamente. El campo de golf es la tapadera de un proyecto inmobiliario que va a generar pingües beneficios a quienes, con información privilegiada, han comprado a buen precio un terreno en el que, según el proyecto nuevo, se van a construir 1.500 viviendas, de las que en aplicación de la nueva ley el 50 % tiene que ser obligatoriamente para vivienda protegida.

Hablo de proyecto nuevo porque ante el cambio de la ley de vivienda que antes obligaba a dedicar a vivienda protegida el 25%, se tramitó de urgencia el proyecto en el ayuntamiento para que no se viera afectado por la nueva normativa que obliga a destinar a vivienda protegida el 50%. Sin embargo, al tratarse de un proyecto de incidencia supramunicipal requería la aprobación por parte del Gobierno de Navarra, por lo no llegó a tiempo y se tuvo que adecuar a la nueva ley.

Por lo tanto, en el proyecto se prevén 750 chalets, unifamiliares y adosados, y 750 viviendas protegidas que están contempladas en edificaciones de BAJA + 3 y de BAJA + 3 + ático. Toda una ciudad a 3 kilómetros de Viana, y simplemente un proyecto especulativo inmobiliario donde colocar el dinero.

A este proyecto hemos votado en contra. ¿Por qué?

En nuestro programa electoral, hablábamos de “la ciudad que queremos”. Tenemos claro que la Viana que nosotros queremos es una ciudad en la que la calidad de vida y la tranquilidad, la amistad y la vecindad, el compromiso por Viana y la identidad de ser vianeses sean los aspectos más importantes.

Si la situación fuera la de una localidad sin recursos, alejada de un núcleo urbano importante, podría entender este proyecto, pero tenemos algo que nos diferencia y es la vecindad, tranquilidad e identidad, que por supuesto no la tienen o la tienen en dosis mucho más pequeñas en la ciudad cercana. Tenemos prácticamente todos los servicios, y los que no, los tenemos a pocos kilómetros. ¿Qué queremos?, ¿traer los inconvenientes de una ciudad grande?

Ese proyecto supone un pelotazo inmobiliario. Y le llamo pelotazo inmobiliario, de la misma manera que la representante socialista en el Ayuntamiento de Haro (La Rioja) lo hacía en declaraciones a un periódico respecto a un proyecto similar de campo de golf y viviendas en esa ciudad. Aunque claro, para algunos los intereses no son los mismos cuando se está en el gobierno o en la oposición.

Está bastante claro que el argumento de la vivienda protegida en este caso no tiene nada de progresista, puesto que se intentó por parte del gobierno municipal que se acogiera a la ley anterior.

No queremos una ciudad de 10.000 habitantes, con todos lo problemas que ello conlleva, y es que además no necesitamos esa situación. Viana tiene los suficientes recursos para asegurar el bienestar de los vianeses.

Estoy convencido de que a quien tiene intereses económicos en ello no le van a convencer mis razones, como de la misma manera tampoco le convencerían si en vez de un proyecto inmobiliario fuera a construirse un vertedero de residuos tóxicos.

El desarrollo sostenible es algo que a día de hoy y en estas circunstancias puede no ser tangible, pero en un futuro próximo va a ser vital para mantener nuestra calidad de vida.

* Santiago Cariñanos es concejal de Viana Unida