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Opinión
12/02/2007
El que llora, mama
Diario de Noticias
Ya estamos en precampaña, ya hemos recibido en el domicilio el panfleto de Herria Aitzinera, pero sin cambios respecto a sus posicionamientos anteriores. Como siempre, la culpa de todo lo que está ocurriendo la tienen los demás; volvemos a olvidarnos de los autobuses quemados, de las viviendas desalojadas por quema de cajeros —teniendo que trasladarse los vecinos a domicilios de familiares y a hoteles durante semanas—, del robo de pistolas, etc.
En lo económico, desde Herria Aitzinera hacen mención a las fianzas, pero no mencionan los gastos que han causado a la Hacienda Pública todos estos actos vandálicos que nunca denuncian. Les recordaré que sólo en Lesaka, en limpieza de pintadas y arreglos del mobiliario público, nos hemos gastado más de 30.000 euros.
Y, también respecto a nuestro municipio, les pido que no traten de confundir al pueblo: el edificio del antiguo cuartel no era suficiente para albergar la Casa de Cultura.
La falta de transparencia en la gestión de este ayuntamiento, como denuncian, resulta irrisoria: durante toda la legislatura se han efectuado decenas de reuniones, tanto locales como comarcales, convocadas por la Agenda 21para tratar todos estos temas, y su presencia o participación ha sido nula.
Nadie les echó del Ayuntamiento, simplemente no siguieron las reglas del juego. Les abrimos las puertas para participar en las comisiones, pero no quisieron trabajar en ellas. Entendemos que es difícil trabajar sin figurar y sin tener presencia en las instituciones, pero no es culpa nuestra.
Vuelven a denunciar especulaciones urbanísticas. Les recuerdo por enésima vez que el Plan de Lesaka contó con su voto, y no hemos hecho nada más que ejecutarlo.
No tenemos ninguna intención de mantener esta polémica, pero eso depende de la campaña que desempeñe la izquierda abertzale hacia nosotros; lo que está claro es que no podemos aceptar críticas de personas que durante los últimos cuatro años no han hecho nada por Lesaka.
Queremos que todos los grupos culturales, sociedades y asociaciones sepan que, antes de dar un paso respecto a la Casa de Cultura, participarán en la decisión de su ubicación y construcción.
Por último, estamos ilusionados con la decisión de participar trabajando honestamente que han adoptado de cara a las próximas elecciones; debatiremos todos los temas que lleguen y los que puedan quedar pendientes. Ahora sí, esperamos que respeten los acuerdos tomados por la mayoría, sin volver a formas antiguas poco democráticas.
* Juan Fermín Mitxelena es alcalde de Lesaka
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