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22/09/2008
ARTÍCULO DE OPINIÓN DE UNAI HUALDE, ALCALDE DE ALTSASU: "Ayuntamientos de Navarra, ¿viejas recet
Los ayuntamientos, como institución más cercana y mejor relacionada con los ciudadanos, son los que mejor conocen sus aspiraciones y demandas. Desde los ayuntamientos observamos de primera mano las demandas de nuestros vecinos, que exigen nuevas respuestas inteligentes e innovadoras para afrontar alternativas progresistas, viables y duraderas.
Un nuevo reto -ya interiorizado por muchos ayuntamientos en Navarra- es afrontar sus economías y su empleo desde la base del desarrollo local que permita mejorar el nivel de desarrollo y bienestar sin poner en riesgo los recursos patrimoniales y medioambientales, garantizando así nuestro legado para futuras generaciones. Y todo ello, no sólo desde una perspectiva localista sino desde la participación activa y la cooperación en redes de desarrollo en valles, comarcas o merindades.
Todos estos cambios y los retos planteados por los ciudadanos, han llevado también a la Unión Europea a impulsar nuevos textos normativos y ha consagrar el principio de subsidiariedad, con el objeto de garantizar una toma de decisión lo más cercana posible al ciudadano. Según este principio, los asuntos que afectan a los ciudadanos nunca deben regularse desde un nivel superior si existe un nivel inferior que sea capaz de regularlo con igual o mayor eficacia. Dicho principio se sitúa al servicio de los valores democráticos, de la transparencia, del acercamiento del poder a los ciudadanos y del derecho de estos a participar en los asuntos públicos.
Desde una vocación municipalista comparto plenamente este principio: es mejor que la institución que vive más directamente el problema tenga la capacidad y los recursos para poder resolverlo más efectivamente. Pero para que la aplicación de este principio sea real debe estar acompañado de la puesta a disposición de los ayuntamientos de los recursos financieros suficientes para hacerlo realidad. En la Comunidad Foral de Navarra, el artículo 259 de la Ley Foral 6/1990 de Administración Local, dispone que para el ejercicio de sus competencias y el cumplimiento de los fines que las Entidades Locales tienen confiados, se les dotará de recursos suficientes mediante el reparto entre las Entidades Locales de un Fondo de participación de éstas en los ingresos tributarios del Gobierno de Navarra.
En los Presupuestos elaborados por el Gobierno de UPN y CDN para el año 2009, la cifra asignada para este Fondo de participación de las Haciendas Locales en los tributos de Navarra es aproximadamente de 240 millones de euros, lo que supone 388€ para cada ciudadano de Navarra. Para hacernos una idea comparativa con realidades que en Altsasu tenemos cercanas, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha consignado al Fondo Foral de Financiación Municipal para el ejercicio 2008 una cantidad correspondiente a 654,98€ para cada ciudadano de Gipuzkoa, lo que supone respecto a Navarra cerca de un 70% más de financiación por habitante.
Si tomamos los datos referidos a los ingresos por Impuestos, entre 2004 y 2007 han aumentado un 57,63%. Mientras, durante ese mismo periodo, el aumento de los Fondos de Participación no supera el 13,23%. Esto, entre otras cosas, indica que, a pesar de unas mayores necesidades financieras, los ayuntamientos tienen cada vez menor participación porcentual en los ingresos tributarios de Navarra.
A esto ha de añadírsele que, de acuerdo con el informe fiscalizador sobre El Sector Público Local de Navarra de la Cámara de Comptos, el nivel de dependencia medio de los ayuntamientos de Navarra de las subvenciones del Gobierno Foral es del 43% de sus ingresos auditados. Ello hace que se haya convertido en una de las labores más importantes de alcaldes y concejales de los ayuntamientos el "pasilleo" por el Gobierno de Navarra tratando de conseguir de los responsables políticos las necesarias subvenciones que nos apañen nuestro presupuesto municipal. Y es en este modelo de poder paternalista y arbitrario donde andan cómodos UPN y CDN, dando subvenciones a los afines y negándoselas o racionándolas muchos más a quienes, desde su visión particular del poder, no son merecedoras de las mismas por la adscripción política del ayuntamiento de turno. Esto supone una democracia tutelada por UPN y CDN más propia del siglo XIX que la que los ciudadanos de la Navarra del siglo XXI necesitamos y demandamos.
No ya como alcalde sino simplemente como ciudadano navarro considero imprescindible que se renegocie y se acuerde una participación de los Ayuntamientos en los tributos del Gobierno de Navarra que sea reflejo fiel de la corresponsabilidad de las Entidades Locales en la gestión de los fondos. Con unos Fondos de Participación más amplios, que den mayor margen de gestión y maniobra a los Ayuntamientos, aumentaría la autonomía de estas entidades y nuestra capacidad para responder de una manera mucho más ajustada y eficaz a las necesidades reales de los vecinos de nuestros pueblos y ciudades.
Unai Hualde Iglesias, Alcalde de Altsasu por Nafarroa Bai y Miembro del NBB
Un nuevo reto -ya interiorizado por muchos ayuntamientos en Navarra- es afrontar sus economías y su empleo desde la base del desarrollo local que permita mejorar el nivel de desarrollo y bienestar sin poner en riesgo los recursos patrimoniales y medioambientales, garantizando así nuestro legado para futuras generaciones. Y todo ello, no sólo desde una perspectiva localista sino desde la participación activa y la cooperación en redes de desarrollo en valles, comarcas o merindades.
Todos estos cambios y los retos planteados por los ciudadanos, han llevado también a la Unión Europea a impulsar nuevos textos normativos y ha consagrar el principio de subsidiariedad, con el objeto de garantizar una toma de decisión lo más cercana posible al ciudadano. Según este principio, los asuntos que afectan a los ciudadanos nunca deben regularse desde un nivel superior si existe un nivel inferior que sea capaz de regularlo con igual o mayor eficacia. Dicho principio se sitúa al servicio de los valores democráticos, de la transparencia, del acercamiento del poder a los ciudadanos y del derecho de estos a participar en los asuntos públicos.
Desde una vocación municipalista comparto plenamente este principio: es mejor que la institución que vive más directamente el problema tenga la capacidad y los recursos para poder resolverlo más efectivamente. Pero para que la aplicación de este principio sea real debe estar acompañado de la puesta a disposición de los ayuntamientos de los recursos financieros suficientes para hacerlo realidad. En la Comunidad Foral de Navarra, el artículo 259 de la Ley Foral 6/1990 de Administración Local, dispone que para el ejercicio de sus competencias y el cumplimiento de los fines que las Entidades Locales tienen confiados, se les dotará de recursos suficientes mediante el reparto entre las Entidades Locales de un Fondo de participación de éstas en los ingresos tributarios del Gobierno de Navarra.
En los Presupuestos elaborados por el Gobierno de UPN y CDN para el año 2009, la cifra asignada para este Fondo de participación de las Haciendas Locales en los tributos de Navarra es aproximadamente de 240 millones de euros, lo que supone 388€ para cada ciudadano de Navarra. Para hacernos una idea comparativa con realidades que en Altsasu tenemos cercanas, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha consignado al Fondo Foral de Financiación Municipal para el ejercicio 2008 una cantidad correspondiente a 654,98€ para cada ciudadano de Gipuzkoa, lo que supone respecto a Navarra cerca de un 70% más de financiación por habitante.
Si tomamos los datos referidos a los ingresos por Impuestos, entre 2004 y 2007 han aumentado un 57,63%. Mientras, durante ese mismo periodo, el aumento de los Fondos de Participación no supera el 13,23%. Esto, entre otras cosas, indica que, a pesar de unas mayores necesidades financieras, los ayuntamientos tienen cada vez menor participación porcentual en los ingresos tributarios de Navarra.
A esto ha de añadírsele que, de acuerdo con el informe fiscalizador sobre El Sector Público Local de Navarra de la Cámara de Comptos, el nivel de dependencia medio de los ayuntamientos de Navarra de las subvenciones del Gobierno Foral es del 43% de sus ingresos auditados. Ello hace que se haya convertido en una de las labores más importantes de alcaldes y concejales de los ayuntamientos el "pasilleo" por el Gobierno de Navarra tratando de conseguir de los responsables políticos las necesarias subvenciones que nos apañen nuestro presupuesto municipal. Y es en este modelo de poder paternalista y arbitrario donde andan cómodos UPN y CDN, dando subvenciones a los afines y negándoselas o racionándolas muchos más a quienes, desde su visión particular del poder, no son merecedoras de las mismas por la adscripción política del ayuntamiento de turno. Esto supone una democracia tutelada por UPN y CDN más propia del siglo XIX que la que los ciudadanos de la Navarra del siglo XXI necesitamos y demandamos.
No ya como alcalde sino simplemente como ciudadano navarro considero imprescindible que se renegocie y se acuerde una participación de los Ayuntamientos en los tributos del Gobierno de Navarra que sea reflejo fiel de la corresponsabilidad de las Entidades Locales en la gestión de los fondos. Con unos Fondos de Participación más amplios, que den mayor margen de gestión y maniobra a los Ayuntamientos, aumentaría la autonomía de estas entidades y nuestra capacidad para responder de una manera mucho más ajustada y eficaz a las necesidades reales de los vecinos de nuestros pueblos y ciudades.
Unai Hualde Iglesias, Alcalde de Altsasu por Nafarroa Bai y Miembro del NBB
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