El número tres en la lista de Geroa Bai al Parlamento de Navarra, Koldo Martínez, ha defendido la "discriminación positiva" para el euskera, que es "patrimonio de todos los navarros, independientemente de la zona lingüística en la que vivan".

 Así lo ha señalado Martínez durante un acto celebrado por la coalición en la plaza Compañía de Pamplona, frente a la Escuela de Idiomas, en el que ha presentado propuestas en política lingüística junto con la número 7 de la lista de Geroa Bai al Parlamento de Navarra, María Solana.

 Martínez ha explicado que la política lingüística que defiende su coalición "se basa en la discriminación positiva, como defensa de la lengua más débil, busca la igualdad, la equidad de derechos y está basada en la libertad". "No vamos a imponer nada a nadie, tampoco vamos a impedir, sino impulsar el conocimiento y el uso del euskera en la administración", ha precisado.

 El candidato, que también ha abogado por que sea "una política transversal, es decir, una preocupación de todos los departamentos de la administración pública", ha defendido que "el euskera es patrimonio de todos los navarros, independientemente de la zona lingüística en la que vivan, de la ideología, o de la identidad que sienten".

 Por otro lado, Martínez ha criticado que "la Administración foral se ha empeñado en profundizar en un falso debate identitario, lingüístico, contraponiendo el euskera con otras lenguas extranjeras". "La Administración foral durante todos estos años se ha empeñado en disminuir las ayudas al euskera, en suspender incluso totalmente algunas de las ayudas del euskera, en hacer una política de comunicación totalmente contraria al euskera, y esto es inadmisible, por poco o nada democrático", ha censurado.

 Para Martínez, "el objetivo de la política lingüística del euskera es la igualdad, la equiparación de los derechos de todos los navarros, independientemente de la zona lingüística en la que vivan". "Nosotros queremos un bilingüismo lo más equilibrado
posible", ha dicho el candidato, que ha apuntado que en la base de su política lingüística está "la defensa de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias y Regionales, una carta firmada por el Estado español en 1992 y ratificada en 2001, por lo que se convierte en una carta de derechos, de alguna forma en una legislación de obligado cumplimiento".

"URGE UN CAMBIO DE MENTALIDAD"

Por su parte, María Solana ha considerado que "urge un cambio de mentalidad, en tanto que tenemos que tender a que la ciudadanía navarra en su totalidad entienda el euskera como algo propio y partamos de que haya una aceptación". "Es fundamental que en Navarra recuperemos el orgullo por el euskera, el orgullo de entender el euskera como riqueza", ha defendido.

 Para ello, ha añadido, "hay que tomar medidas ya, porque este cambio de mentalidad también compete a la administración impulsarlo". Entre otras propuestas, ha apostado por "reformas legislativas, políticas de impulso del euskera, partidas económicas para proyectar a los medios de comunicación en euskera y para la euskaldunización de adultos".

 En cuanto a reformas normativas, Solana ha abogado por "recuperar el Decreto Foral 135/1994 para derogar el regresivo Decreto Foral de 2003 que limitó de un modo inaceptable el uso del euskera en la administración pública y en el paisaje lingüístico", así como por "la reforma de toda la normativa que restrinja los derechos lingüísticos de la ciudadanía navarra".