La Eurodiputada del PNV ha hecho llegar esta reflexión a los padres de Ohian, Iñaki, Adur, Joki, Julen, Jon Ander, Aratx y Ainara mediante un vídeo remitido desde Bruselas para su proyección en unas jornadas organizadas en Pamplona-Iruña en torno a este caso. Izaskun Bilbao quiso remitir este testimonio desde la capital comunitaria ante la imposibilidad de poder participar presencialmente esta tarde en un coloquio organizado para explicar las actuaciones desarrolladas en el Parlamento Europeo sobre este suceso y sus consecuencias judiciales.

Izaskun Bilbao Barandica condensa en los tres minutos que dura el vídeo tres mensajes claros: que  considera “injusta y desproporcionada” la condena recaída sobre estos jóvenes, que “no han tenido un juicio justo” y que sigue dispuesta a seguir trabajando junto a familiares y otros diputados para denunciar este caso en Europa y contribuir a que se revierta una condena "tan injusta”.

La vicepresidenta del grupo ALDE en el Parlamento Europeo explica que cuando se conocieron los hechos y la Audiencia Nacional (AN) “sustrajo el caso al juez natural” se produjo una primera irregularidad “de la que derivan todas las demás: ausencia total de garantías, no admisión de las pruebas presentadas por los abogados y una sentencia tan dura como injusta. Un castigo esperable porque aquel tribunal no era imparcial”.

Por esas razones “cuatro eurodiputados, Marina Albiol, Josu Juaristi, Xabier Benito y yo misma, detalla, nos pusimos en contacto con el Vicepresidente responsable de la calidad del Estado de Derecho para alertar sobre todos estos problemas e informar sobre las altísimas penas que se solicitaban para los ocho jóvenes de Alsasua. La respuesta fue esperanzadora. La Comisión se comprometía a seguir el caso e intervenir si la pena resultaba evidentemente desproporcionada e injusta. Cuando se publicó la sentencia la Comisión, una vez más, escurrió el bulto. Dicen que no pueden juzgar las sentencias de las autoridades judiciales de los estados miembros. Pero la denuncia quedó. Y la conciencia de la enorme chapuza cometida, también”.

Tras insistir en su condena injusta, y mostrar su solidaridad con las víctimas y subrayar que no solicitaba la impunidad para los implicados enfatiza que la sentencia “produce un sufrimiento injusto para los condenados y sus familias, una llamativa discriminación frente a otros casos idénticos y un factor de crispación gratuito. Un clima, concluye, al que contribuyeron muchos medios de comunicación tratando con más respeto y garantías a los miembros de “La Manada” que a los jóvenes de Alsasua. Al fin de al cabo algunos de los primeros son “buenos españoles” e incluso miembros del ejército o la Guardia Civil, aunque autores de una indecente agresión sexual”.

Por ello recuerda el positivo impacto que han tenido las actuaciones desarrolladas en el Parlamento Europeo en torno a este caso, incluyendo la visita de los familiares de los condenados y anima a “seguir insistiendo”. Certifica el descrédito en el que están cayendo en Europa los miembros de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo con actuaciones como esta y desea que en los próximos meses pueda corregirse una sanción tan injusta”.