El plazo de presentación de solicitudes comienza este miércoles y finalizará el 31 de agosto. En todas las fases del procedimiento la tramitación será electrónica. La convocatoria subvencionará los proyectos de inversión en activos materiales o inmateriales que mejoren los procesos de transformación y comercialización de los productos agrarios, su incremento de valor y calidad, aumento de la capacidad productiva, la eficiencia energética, el incremento del empleo, la diversificación de actividades de la empresa, la protección medioambiental, la seguridad y la creación de un nuevo establecimiento o ampliación del ya existente.

Se elaborarán dos listas de solicitudes, en función de la fecha prevista de finalización del proyecto inversor: 30 de junio de 2022 ó 30 de junio de 2023.

Podrá ser objeto de subvención un único proyecto por cada planta productiva, que tendrá un presupuesto mínimo en función del número de personas que trabajen: 15.000 euros, en el caso de empresas de menos de 10 personas trabajadoras, y un aumento progresivo del importe hasta de 300.000 euros de inversión mínima de las plantas con 250 personas o más en plantilla.

Obras, maquinarias y licencias

Se consideran gastos subvencionables los de construcción, compra o mejora de inmuebles; adquisición de nueva maquinaria o equipamiento, inversión en activos como patentes o licencias; y honorarios de arquitectura o ingeniería relacionados con obras en la planta. Quedarán fuera de la convocatoria, entre otros aspectos, la compra de vehículos, salvo los internos como carretillas elevadoras, adquisición de terrenos o compra de maquinaria usada.

Para ello, el Gobierno foral, con la cofinanciación de un 31% de los Fondos comunitarios FEADER, destinará 10 millones a subvencionar proyectos de inversión ejecutados antes del 30 de junio de 2022, y otros 10 millones para cofinanciar los que se finalicen antes del 30 de junio de 2023.

Las subvenciones se conceden en régimen de concurrencia competitiva, por comparación entre las solicitudes presentadas, de acuerdo con los puntos otorgados en función de las bases de la convocatoria. En concreto, para la intensidad de la ayuda se tiene en cuenta aspectos como la creación de nuevas plantas productivas, la generación de empleo, el tamaño y tipos de empresas y su ubicación, el porcentaje de facturación que procede de la exportación, la producción de calidad, la integración cooperativa, la diversificación de actividades, la calidad del empleo, la eficiencia energética, la integración en la plantilla de personas con discapacidad o la adopción de medidas de fomento de la no discriminación entre mujeres y hombres.

Las bases de la convocatoria establecen que la ayuda máxima por planta productiva será de 2.000.000 de euros y, en ningún caso, podrá superar un 14% de la inversión en el caso de grandes empresas; el 17% en las pymes; 20% en entidades asociativas, 23% en entidades asociativas en proceso de integración por acuerdos intercooperativos, y un 28% en entidades en proceso de integración por fusión o absorción.