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2006/11/05


Uxue Barkos, ¿candidata?

Diario de Noticias


La convocatoria electoral foral y municipal el próximo año plantea -por primera vez en mucho tiempo- expectativas ciertas de cambio en Navarra.

Expectativas especialmente alentadoras para quienes percibimos una sociedad capaz y enérgica; plural y sólida en el respeto; solidaria y ambiciosa; bilingüe y mucho más… Es decir: Navarra; la Navarra-Nafarroa que tantas mujeres y hombres queremos construir.

Porque todo esto está por hacer.

Existe el germen porque existimos, porque hemos resistido durante muchos años -¡demasiados!- a políticas forales y municipales que nos han querido minar. Una estrategia, no obvio nada, que ha coincidido en el objeto y en el resultado con aquellas posiciones de violencia que, además de su daño primero, en nada han beneficiado a la supervivencia de posiciones abertzales y vasquistas democráticas en Navarra.

Pasado este rubicón, hoy nos encontramos a pocos meses de una convocatoria electoral que apunta cambio, que amaga vuelco, que anuncia pulso político en Navarra. Algo nuevo.

Y ese algo tiene sujeto activo: Nafarroa Bai.

No es casual, llevo meses escuchando una misma pregunta: ¿Formará Nafarroa Bai Gobierno de coalición en Navarra?

La respuesta es siempre la misma: Nafarroa Bai tendrá la posición de partida que los ciudadanos le otorguen en las próximas elecciones forales y municipales. Lo que a nadie se le esconde -sigo respondiendo entonces y hoy- es que la coalición va a romper el mapa de mayorías en Navarra. La coalición de abertzales y vasquistas, coalición de izquierda progresista va a volcar y va a retratar el mapa de la política navarra de los últimos años.

No es poco. Es mucho: es exactamente aquello que tantos -hombres y mujeres de Navarra- hemos anhelado durante tanto tiempo.

Y durante todo este tiempo, el sustrato de lo que hoy es Nafarroa Bai ha estado depositado en torno a los partidos que conforman la coalición.

De ellos se nutre la esperanza, de ellos la experiencia y la resistencia.

Pero Nafarroa Bai añade un plus… La ilusión capaz.

¿Una simple cuestión de concentración de número? No lo creo.

¿Una simple aportación de independientes? Tampoco.

¿Un simple acierto en la elección de sus activos? No.

El éxito más que previsible de Nafarroa Bai radica en todo ello pero, sobre todo, en el deseo expresado de forma inequívoca por el grueso de los militantes de cada uno de sus partidos, por sus electores y simpatizantes. Una apuesta bien clara por la unidad eficaz y firme en el tiempo.

Enfrentarse a ese deseo es un error imperdonable.

Un error para quien lo quiera asumir, pero, fundamentalmente, un error para todos nosotros: para todos los que apostamos por el cambio que traiga a Navarra el respeto y el reconocimiento de una sociedad plural, capaz de marcar el ritmo desde la izquierda y desde la solidaridad, eficaz en la construcción de un futuro sin dependencias.

Lo han visto bien nuestros adversarios -enemigos confesos en muchos casos-, preocupados como están desde hace unos cuantos meses por la presencia más o menos articulada de Nafarroa Bai en las próximas elecciones.

Y llego ya al título con que arranca este artículo. Las listas de Nafarroa Bai.

Las llamadas externas, los rumores, filtraciones, comentarios interesados… Pero también las preguntas bienintencionadas, las sugerencias internas, propuestas formales… Podría seguir hasta el infinito enumerando las oportunidades y las tentaciones para responder a la cuestión.

Yo -y sólo hablaré por mí- nunca he respondido públicamente hasta hoy.

Éste es un asunto que los integrantes de Nafarroa Bai hemos de resolver en casa, sin otra ambición -y no es poca- que la de responder de la mejor manera a las expectativas de las navarras y navarros abertzales, vasquistas, progresistas y de izquierda. A las expectativas de aquéllos que apuestan por todos los derechos para todas las personas.

Haremos, no lo dudo, lo mejor; pero en este camino he de reconocer que he visto, he leído, he escuchado demasiadas veces mi nombre. En una posición y en la contraria; en una lista y en la otra. Con expresión más o menos equivocada y hasta con intención equívoca…

Y la respuesta es mucho más sencilla de lo que hasta ahora se ha podido decir o deducir.

Seguiré trabajando como hasta ahora en Nafarroa Bai, y por la sociedad que Nafarroa Bai propone.

Lo seguiré haciendo en el escaño que los electores navarros decidieron o lo haré donde los partidos e independientes de Nafarroa Bai decidan: en esta lista o en aquella… en el puesto 1 o en el 21.

Me preocupan poco las listas: me preocupa el proyecto.

Me sigue moviendo el mismo espíritu y la misma ambición que en aquel enero de 2004 me llevó a decir sí al reto: Bai a Nafarroa.

Y sí, tengo una ambición personal: que la coalición consolide posiciones a futuro, con garantías post-electorales, con mayorías de consenso que nos permitan seguir andando. ¿Quién podría no estar de acuerdo?

No es condición, es compromiso. Y poco más.

Sigo creyendo en el trabajo en auzolan, en la participación de la sociedad civil en el entramado político. Sigo practicando la ambición y el empeño por un cambio social profundo. Sigo creyendo que tenemos esa responsabilidad.

Y tenemos, seguro, la capacidad.

En ese reto estaré donde estoy o donde sea que Nafarroa Bai decida. A futuro, por Nafarroa.

EGILEA


Uxue Barkos

Gure Egileak

Alderdikidetu
Geroa Bai
Nafarroako Parlamentua