Los ayuntamientos, como institución más cercana y mejor relacionada con los ciudadanos, son los que mejor conocen sus aspiraciones y demandas. Desde los ayuntamientos se observan cambios importantes en nuestras ciudades y pueblos; cambios políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales que repercuten en nuevas demandas de nuestros vecinos, que exigen nuevas respuestas inteligentes e innovadoras para afrontar alternativas progresistas, viables y duraderas.

En plena época globalizadora, las ciudades y pueblos del futuro huyen de la impersonalidad y del anonimato para dotarse de una identidad social y cultural colectiva, con la que identificarse, y en la que todos los ciudadanos puedan desarrollar su proyecto de vida en condiciones de igualdad de oportunidades, integrando a todos ellos, sea cual sea su extracción política, social, cultural, lingüística, de edad o de origen, como vecinos que viven y forman parte activa de una comunidad.

Un nuevo reto -ya interiorizado por muchos ayuntamientos en Navarra- es afrontar sus economías y su empleo desde la base del desarrollo local sostenible, desde un análisis estratégico integral participativo que permita mejorar el nivel de desarrollo y bienestar sin poner en riesgo los recursos patrimoniales y medioambientales, garantizando así nuestro legado para futuras generaciones. Y todo ello, no sólo desde una perspectiva localista sino desde la participación activa y la cooperación en redes de desarrollo en valles, comarcas o merindades. (...)

Es también una demanda creciente entre los nuevos ciudadanos la de superar la actual participación política -concebida como mero ejercicio del voto cada cuatro años- para pasar a reivindicar una mayor participación política en la elección, información, control y seguimiento de sus ayuntamientos.

Todos estos cambios y los retos planteados por los ciudadanos, han llevado también a la Unión Europea a impulsar nuevos textos normativos y a consagrar el principio de subsidiariedad, con el objeto de garantizar una toma de decisión lo más cercana posible al ciudadano. Según este principio, los asuntos que afectan a los ciudadanos nunca deben regularse desde un nivel superior si existe un nivel inferior que sea capaz de regularlo con igual o mayor eficacia. Dicho principio se sitúa al servicio de los valores democráticos, de la transparencia, del acercamiento del poder a los ciudadanos y del derecho de estos a participar en los asuntos públicos.

Obviamente, la aplicación de este principio debiera estar acompañada de la puesta a disposición de los ayuntamientos de los recursos financieros suficientes para hacerlo realidad.

Recursos y financiación por habitante

En Navarra, de acuerdo con el artículo 259 de la Ley Foral 6/1990 de Administración Local de Navarra, se dispone que para el ejercicio de sus competencias y el cumplimiento de los fines que las Entidades Locales de Navarra tienen confiados, se les dotará de recursos suficientes mediante el reparto entre ellas de un Fondo de participación en los ingresos tributarios del Gobierno de Navarra.

En los Presupuestos elaborados por el Gobierno de UPN y CDN para el año 2007, la cifra asignada para este Fondo de participación de las Haciendas Locales en los tributos de Navarra supera los 222 millones de euros, lo que supone 370€ para cada ciudadano de Navarra. Para hacernos una idea, el 16 de noviembre aparecía en los medios de comunicación una información por la que la Diputación Foral de Gipuzkoa había consignado al Fondo Foral de Financiación Municipal para el ejercicio 2007 una cantidad correspondiente a 541 euros para cada ciudadano de Gipuzkoa, lo que supone un 46% mas de financiación por habitante que respecto a Navarra.

Por si esto fuera poco, la cantidad presupuestada en Navarra para 2007 se ha incrementado en un 5,9% con respecto al año anterior, cuando los ingresos tributarios se incrementaron un 23% en 2005 y la previsión para el 2006 es de un incremento del 11% respecto a 2005. Esto indica que, a pesar de unas mayores necesidades financieras, los ayuntamientos tienen cada vez menor participación porcentual en los ingresos tributarios de Navarra.

La propia Cámara de Comptos de Navarra, en la elaboración del informe fiscalizador sobre el Sector Público Local de Navarra del ejercicio 2003 -que fue presentado en enero de 2006-, vuelve a insistir al Gobierno de Navarra con una recomendación repetida en anteriores informes: "Recomendamos la aplicación con carácter prioritario y urgente de las medidas legislativas y administrativas precisas para racionalizar la actual situación de la Administración Local de Navarra, que pueda dar respuesta eficaz y eficiente a las necesidades de los ciudadanos en el siglo XXI y cuente con los recursos financieros para conseguir este fin. La adopción de estas medidas implica a toda la sociedad navarra y a sus poderes públicos, por lo que debe procurarse alcanzar un amplio consenso en la definición del citado modelo, salvaguardando la voluntad y los intereses legítimos de los ciudadanos".

De acuerdo con este informe, el nivel de dependencia medio de los ayuntamientos de Navarra de las subvenciones del Gobierno Foral es del 43% de sus ingresos auditados. Ello hace que una de las labores más importantes de alcaldes y concejales de los ayuntamientos sea el pasilleo por el Gobierno de Navarra tratando de conseguir de los responsables políticos las necesarias subvenciones que les apañen su presupuesto municipal. Y es en este modelo de poder paternalista, arbitrario y sectario donde andan cómodos UPN. y CDN, dando subvenciones a los afines y negándoselas a quienes, desde su visión maniquea del poder, no les corresponden. Esto supone una democracia tutelada por UPN y CDN más propia del siglo XIX que la que los ciudadanos de la Navarra del siglo XXI necesitan y demandan.

Todo esto ha sido uno de los motivos por los que el Partido Nacionalista Vasco, junto a Aralar, Eusko Alkartasuna y Batzarre, como Nafarroa Bai, hemos presentado enmienda a la totalidad a los Presupuestos de Navarra de 2007. Porque estamos convencidos del papel determinante de los ayuntamientos en el necesario ensanchamiento democrático de la Navarra del futuro.

* José Ángel Agirrebengoa, presidente EAJ-PNV Navarra