Mientras Navarra es cada vez una sociedad más avanzada, con indicadores de desarrollo humano y socioeconómico próximos a la media europea, su modelo de poder es aún propio del siglo XIX y no está adaptado a los tiempos que nos toca vivir. Por eso, ante las próximas elecciones y el riesgo de perder el poder, UPN y CDN agitan los viejos recursos que ya utilizara el caciquismo navarro en épocas pasadas: el miedo, la desestabilización o los peligros del cambio.

Especialmente llamativa está siendo la actuación de Miguel Sanz, que ha comenzado a ejercer de fabulista desestabilizador, como hizo su diputado en el Congreso el señor Del Burgo —correligionario del Partido Popular— al intentar demostrar la intervención de ETA en el 11-M. Ahora se está viendo que esa teoría fue una mera fabulación interesada, propia de mentes que añoran los tiempos más sanguinarios de ETA en los que, gracias a la inestimable colaboración de la organización armada, podían amedrentar e intoxicar a los navarros con las atrocidades de las que eran capaces los "nacionalistas" y, de paso, tener bien asegurado el corralito. Como en toda fábula que se precie, ahora Miguel Sanz ha involucrado hasta al rey.

Resulta paradójico que pocos días antes UPN y CDN convocaran una manifestación apelando al Fuero, cuando históricamente ellos y sus antecesores políticos del navarrismo mal entendido han sido los responsables de vaciar de contenido nuestro Fuero, hasta llegar a la triste realidad actual.

Para nosotros, como navarros, Fuero significa voluntad democrática y capacidad de decisión. Fuero significa que la ciudadanía navarra es la única legitimada para decidir el futuro político e institucional de Navarra. Fuero significa pacto en pie de igualdad entre Navarra y el Estado. Como decían los foralistas, “ni tú sobre mí ni yo sobre ti”. O como las palabras manuscritas de Tony Blair en un ejemplar del Scotland Act, en la sede del Parlamento de Edimburgo: “Scotland and England together on equal terms” (Escocia e Inglaterra juntas en condiciones de igualdad). Porque no estamos dispuestos a someternos a nadie, en la misma medida y por las mismas convicciones por las que tampoco pretendemos imponernos sobre nadie.

Ante todo eso, nos encontramos a un Miguel Sanz haciendo gala de la carencia del más elemental sentido democrático y ofreciendo un pacto al PSN para blindar el poder en Navarra al margen de las elecciones. Esa oferta supone mofarse de toda la ciudadanía de Navarra. ¿No declaraba hace poco que no es preciso realizar ninguna consulta sobre el estatus político de Navarra bajo el pretexto de que los navarros nos autodeterminamos cada cuatro años en las elecciones forales? Ahora pretende quitarnos hasta eso.

Cuando el presidente Zapatero declara que el futuro de Navarra está en manos de los navarras y navarros y de la decisión que ellos democráticamente adopten, el señor Sanz insiste en considerar esa respuesta como vaga e inconcreta. ¿Acaso piensa que el futuro de la ciudadanía navarra puede depender de él y de su partido?. Sólo así se comprenden sus declaraciones a favor de derogar la Disposición Transitoria 4ª como medida preventiva por si un día los navarros nos volvemos locos.

De igual modo, las declaraciones realizadas por UPN y CDN para excluir del Gobierno a los partidos nacionalistas democráticos fueron inaceptables, además de carecer del más elemental sentido cívico y democrático al marginar a una parte importante de la ciudadanía navarra. Volvemos a la Navarra negra, caciquil y antidemocrática que tanto añoran.

Afortunadamente, como alternativa a todo esto, los navarros y navarras van a poder optar en estas próximas elecciones por Nafarroa Bai, una opción navarra profundamente democrática, serena, plural y abierta. Nafarroa Bai, junto a esos miles de navarros y navarras, tiene la labor urgente de integrar a toda la ciudadanía y de restablecer los puentes de convivencia y paz que estos irresponsables están haciendo añicos en nuestra Navarra. Ante la estrategia del miedo y la desestabilización, la apuesta de Nafarroa Bai es muy clara: serenidad, racionalidad y democracia. 


José Ángel Agirrebengoa, presidente de PNV en Navarra y candidato al Parlamento por Nafarroa Bai