La ceremonia, que ha incluido un reconocimiento a diversos colectivos que, amén del sanitario, han luchado contra el virus en primera línea, ha congregado también a numerosas autoridades de todos los ámbitos, entre ellas la Presidenta del Ejecutivo foral, María Chivite, el Alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el Delegado del Gobierno, José Luis Arasti.

La pamplonesa María Jesús Artaiz ha sido la encargada de poner voz a la ciudadanía, y especialmente a las personas más mayores, un colectivo que debido a su edad y salud ha tenido que afrontar la pandemia con una mayor vulnerabilidad. Artaiz ha destacado el comportamiento ejemplar y la “infinita generosidad” que los/as pamploneses/as han demostrado durante todo este tiempo y ha agradecido a todos los que desinteresadamente han ayudado a los demás, acordándose sobre todo de las personas jóvenes, voluntarios/as y el sector de la cultura. Artaiz ha concluido solicitando responsabilidad “para que pronto todo este horror sea un mal recuerdo”.

En memoria de cada pamplonés y pamplonesa que ha perdido la vida durante la pandemia se ha guardado un minuto de silencio y se ha abonado un árbol, un Gingo Biloga, símbolo de la eterna esperanza. Además, se han colocado 1.476 flores, una por cada fallecido por el Covid_19.